La Ossetana y El Boniatillo, dos monedas sociales para favorecer una economía alternativa

La Ossetana y El Boniatillo, dos monedas sociales para favorecer una economía alternativa

Las monedas sociales están de moda, una búsqueda rápida en internet lo demuestra. En numerosas localidades españolas ya se utilizan y en otras su implantación ha sido estudiada. Muchas de estas monedas han aparecido al calor de la crisis. Los cada vez más evidentes límites ecológicos, sociales y culturales del sistema capitalista han llevado a profundas reflexiones y debates que buscan favorecer la construcción de modelos económicos alternativos basados en la redistribución de la riqueza, la relocalización de la producción, la sostenibilidad de los productos o la reutilización y el reciclaje, entre otros.

Las monedas sociales forman parte de esa respuesta de la sociedad civil a las disfuncionalidades del sistema predominante y especialmente a las de la moneda oficial. Como indican en la Red de Economía Alternativa y Solidaria, la moneda social “no pretende anular o sustituir a la moneda tradicional sino desarrollar los aspectos sociales positivos que esta no puede (y desvincular la economía local del concepto de moneda como riqueza en sí misma, monopolizada por los bancos centrales y grandes oligopolios económicos)». También, afirman, fomenta unos lazos muy fuertes entre los productores, compradores y consumidores de productos locales.

Las monedas sociales pueden tener un impacto positivo en varias cuestiones de especial relevancia. Por un lado, la reducción de la exclusión social y las desigualdades, el acceso a bienes y servicios a grupos en situación de riesgo de exclusión social. Por otro, en la promoción de la economía local de proximidad, el apoyo a empresas socialmente responsables y sostenibles y el reconocimiento, valorización e intercambio del trabajo doméstico y relacionado con los cuidados, además del impulso de la participación en torno a valores comunitarios.

Fruto de esa visión, en Asamblea de Cooperación por la Paz llevamos trabajando desde hace algún tiempo en este tema. La experiencia de mayor recorrido es la Ossetana de San Juan de Aznalfarache, Sevilla, y la más reciente está en plena fase de construcción en el distrito de Villaverde de Madrid. Se trata del Boniatillo, hermana pequeña del Boniato, la moneda del Mercado Social de Madrid.

La Ossetana, creada en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad sevillana, evita la fuga de gasto de los vecinos y vecinas de la ciudad, que según cálculos del propio Ayuntamiento asciende al 70%. La moneda pretende revertir esa tendencia y contribuir a aumentar la compraventa de productos del municipio.

La Ossetana es un instrumento para canalizar las ayudas municipales de primera necesidad, desde servicios sociales a las personas beneficiarias sin tener que recurrir a la entrega de cantidades dinerarias de manera directa. Las familias, que venían percibiendo asistencia social, reciben ahora renta en moneda social que pueden utilizar en una serie de establecimientos asociados para obtener los bienes y servicios básicos. Se relocaliza así la economía en la ciudad y se permite el seguimiento del gastos público del Ayuntamiento en asistencia social al conocer los destinos de esos subsidios.

La moneda social del Distrito de Villaverde, como decíamos, está en fase de construcción. Se trata de una iniciativa que se encuadra en el proyecto Villaverde Activa, financiado por la Subdirección General de Ciudadanía Global y Cooperación Internacional del Ayuntamiento de Madrid, y que se lleva a cabo en colaboración con la Asociación Vecinal La Unidad de Villaverde Este. El proyecto tiene como objetivo principal el fomento de valores relacionados con los Derechos Humanos, la paz, el género y la participación ciudadana entre el alumnado y profesorado del Distrito.

Contempla, además, un programa piloto de moneda social que se está diseñando en colaboración con REAS Madrid y, en concreto, con la Comisión de Moneda del Mercado Social de Madrid. El objetivo es fomentar la actividad social de la población adolescente y el fomento del pequeño comercio dentro de este distrito de la ciudad de Madrid. Los y las jóvenes realizarán actividades de carácter social que beneficien a la población de Villaverde– como por ejemplo, contribuir a la mejora de espacios degradados dentro del Distrito– y a cambio recibirán una contrapartida en moneda social que podrán utilizar en los establecimientos del propio distrito asociados al programa. Este programa piloto va acompañado por un proceso formativo en las aulas de varios centros del Distrito en el que se trabajan toda una batería de cuestiones relacionadas con la economía social y solidaria. Los propios alumnos y alumnas han participado en su diseño a través de canales de participación propios.

De este modo, se consigue fomentar la solidaridad y fortalecer una ciudadanía activa que apueste por un sistema económico que tenga en cuenta a las personas, el medioambiente y el desarrollo sostenible y sustentable, además de fortalecer el tejido económico de un distrito con importantes tasas de paro y niveles de exclusión social.

 

Este artículo se publicó originalmente en el espacio 3500 Millones de El País

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