AbiHouraira, una comunidad educativa en Tánger que siembra conciencia para cosechar convivencia y respeto

AbiHouraira, una comunidad educativa en Tánger que siembra conciencia para cosechar convivencia y respeto

Gabriela Mistral, reconocida poeta y maestra rural, nos regaló la siguiente célebre cita: “La educación no es solo aprender cosas nuevas, sino también desaprender lo que nos limita”. Bajo esta premisa es que se enmarcado el trabajo que ha desarrollado la comunidad educativa de Abi Houraira en el barrio de Mesnana en Tánger.

Mesnana es un barrio que cuenta con una gran pluralidad de culturas, valores y maneras de entender la vida. En este barrio periférico de Tánger es común ver en sus calles personas procedentes de diferentes puntos de la geografía marroquí y de diferentes países de África subsahariana, como Togo, Costa de Marfil o de la República Democrática del Congo.

Esta pluralidad de procedencia, de personas con necesidades especiales por motivos relacionados con discapacidades físicas o psíquicas y de las diferencias de género, suelen (mal)interpretarse en las aulas como que limitan el conocimiento, que no nos dejan aprender cosas nuevas, cuando, en realidad, son espacios donde podemos crecer conociéndonos y acercando nuevas maneras de entender el mundo, de sentirlo y saber estar en él apreciando la belleza de la diferencia, aprendiendo a desaprender ideas que nos limitan, que fomentan lo prejuicios y, en definitiva, ponen palos en las ruedas para crear un modelo de convivencia colectiva, basada en la solidaridad mutua y el respeto.

El proyecto ha trabajado de la mano de la comunidad educativa -familias, alumnado, profesorado y representantes del Ministerio de Educación Marroquí- con el fin de  desarrollar mecanismos de sensibilización para garantizar que toda persona tiene el derecho y el deber de asistir a la escuela y que esta sea un espacio seguro y agradable independientemente de las diferentes necesidades que pueda tener.

Durante la iniciativa, se ha trabajado con las autoridades públicas para elaborar un Plan de Acción para el fomento de la inclusividad. En paralelo, con el profesorado se ha trabajado para potenciar la educación inclusiva, especialmente en lo referido a menores con discapacidad psíquica. Además, desde una vertiente estratégica se ha analizado las responsabilidades compartidas en términos de género mediante un análisis de la división de roles entre mujeres y hombres.

También, el alumnado ha podido disfrutar de un espacio de ocio dentro del centro donde compartir tiempo con sus familias visionando películas sobre temas relacionados con el género, medio ambiente, interculturalidad y convivencia. Y por último, entendiendo que la educación no sólo se encuentra en una etapa vital concreta y nunca es tarde para formarse, se ha trabajado junto a las madres cursos de alfabetización y Darija (variante del árabe que se habla en Marruecos) para mejorar las capacidades de todas las madres de la escuela.

Este proyecto, financiado por el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès y la Agencia Andaluza de Cooperación al Desarrollo, se enmarca dentro de una intervención más amplia de ACPP en la región junto a su socia local AHLAM. Mediante el trabajo en equipo de Abi Houraira a diferentes niveles, la mejora de infraestructuras y la promoción de espacios educativos inclusivos en términos de origen, género, edad y diversidad funcional, podemos afirmar que se ha contribuido a la promoción de una educación pública, inclusiva y que fomenta la convivencia, la interculturalidad y la equidad de género en el barrio de Mesnana.



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