Abrazarse, ese privilegio

Casi suena a paradoja, pero el autor de ‘El Abrazo’, nos ha ido a dejar precisamente en el momento en el que habíamos tenido que guardar los abrazos en el rincón del deseo, que amontonarlos en una alacena esperando el momento de darlos. Dijimos que nos alejábamos ahora para abrazarnos más después, cuando el puñetero virus no fuera un peligro, pero a Juan Genovés no le dio tiempo, no pudo llegar al momento de la salida… Los abrazos postergados se quedaron sin dar.

Específicamente, los nuestros, los de las gentes de ACPP, una organización de la que siempre estuvo cerca, a la que siempre apoyó. Casualmente, un monumento escultórico basado en ese abrazo de multitudes de su obra más emblemática, ese abrazo que nació como recuerdo hacia quienes lucharon para poder homologar a España con los países democráticos, que representa la reconciliación, que homenajea a los abogados de Atocha, se sitúa a medio camino de nuestras dos sedes madrileñas: la antigua de Santa Isabel y la actual de Príncipe. Esta relación no es de ayer.

Ya en los ochenta del siglo pasado, cuando ACPP aún era un sueño, Juan Genovés colaboró con uno de nuestros embriones, la Asamblea Pacifista, en el Barco por la Paz a Nicaragua. Ya en los noventa,  formó parte del grupo de “artistas contra la guerra” dentro del marco de las movilizaciones llevadas a cabo como protesta por la Primera Guerra del Golfo. Aquella protesta fue el elemento catalizador que aceleró el proceso de creación de ACPP. Varios de aquellos artistas se hicieron socios de nuestra organización.

Genovés nunca dejó de responder a nuestros requerimientos, ya fuera para la elaboración de un grabado para conformar una carpeta junto a otros ocho pintores e ilustradores con el fin de recaudar fondos para proyectos de cooperación internacional, o para participar en exposiciones colectivas como la realizada por Palestina.

Para nuestra organización es un privilegio poder hablar de esa cercanía de Juan con nosotros. Es una gozada -sí, ese es el sustantivo preciso, gozada, de gozar, de gozo- contar con una obra suya, otra además de la de la carpeta, en la sede madrileña. En este punto, recordamos con cariño y nostalgia a nuestra eterna presidenta, Pamella o’Malley, ya que ambos son miembros de esa generación que se va apagando y a la que tanto debemos: la de los que se jugaron el tipo en una dictadura pretendiendo una sociedad más justa, más libre, y más democrática. Bien pensado, sobran los ‘mases’: pretendiendo una sociedad justa, libre y democrática.

Juan Genovés, el pintor de multitudes, de multitudes que hacen más fuerza que la suma de cada individuo; pero también de seres solos perdidos entre la multitud, de personas solas caminando en soledad, nos deja cuando estamos lejos pero nos miramos diciéndonos que nos gustaría acercarnos, que nos gustará acercarnos, que nos acercaremos. Será para darnos un abrazo: el abrazo. ●