Narradoras para curar los cuerpos y sanar la memoria

Narradoras para curar los cuerpos y sanar la memoria

“Sana sanita, culito de rana, si no sana hoy…” sigue sonando en boca de las mujeres castellanas como uno de los tantos refranes que nacieron en nuestro medio rural. Palabras que sonaban y siguen sonando hoy, tal vez más que nunca, como parte del cuidado cotidiano en unos territorios donde el acceso a la salud cada día se ve más limitado. Habitantes de unos pueblos que pierden en servicios, mientras ganan en olvido. Y ahora, de la mano de Asamblea de Cooperación por la Paz, protagonistas de un proceso organizativo de mujeres que recolectan las palabras que durante tanto tiempo han nacido para curar los cuerpos y que ahora empiezan a ser imprescindibles para sanar la memoria. 

Las palabras se las lleva el viento, donde los minutos vuelan y el tiempo todo lo cura. Los pueblos están llenos de sentencias que se han venido recolectando para crear cuidado y sabiduría cotidiana. Allí donde los refranes sobreviven en calles en las que cada día quedan menos sillas que los repliquen agrupadas en las puertas, las mujeres entendieron hace tiempo que la conversación colectiva es un mecanismo imprescindible para organizarse cuando los servicios no llegan: palabras para la salud, palabras para la educación, palabras para los alimentos. Es por ello que no les resulta extraño cuando llega a sus oídos el proceso de educación para el desarrollo que ACPP está desarrollando con la financiación de la Junta de Castilla y León en este 2022, año de sanación de una pandemia mundial, para recopilar todas estas voces de mujeres que a lo largo de la historia se han dedicado al cuidado para la supervivencia. Agrupar sus historias no solamente supone un ejercicio de autocuidado y sanación, sino también un proceso de resistencia, visibilización y reconocimiento de la constante presencia del cuidado en lugares donde empieza a fallar la memoria.

Desde ACPP entendemos que, en un momento en el que la fragilidad, la interdependencia y la ecodependencia del ser humano se han vuelto más evidentes que nunca, pararse a analizar y repensar nuestros modelos de desarrollo se ha vuelto fundamental. Y, en este análisis, las mujeres del medio rural global no pueden fallar. En este diálogo en torno a la feminización de los cuidados, que se intensifica cuando el acceso a los servicios básicos falla mientras se desoyen las necesidades específicas de las mujeres – la atención a la violencia de género, los derechos sexuales y reproductivos – los países del Sur tienen mucho que decir. Es por ello que el proceso iniciado por ACPP resultará precisamente en esto: una conversación entre las mujeres del Norte y el Sur rural que, materializada en un libro de relatos participativo, ilustrará el desarrollo del acceso a la salud en el medio rural desde la mirada de quienes históricamente han debido garantizar el cuidado cotidiano en la salud y la dedicación extraordinaria en la enfermedad.

Ahora que parece que por fin “sanará mañana”, que la llamada “normalidad” está llegando de nuevo a nuestros territorios, recopilar la memoria de lo que estos meses de pandemia mundial han significado a escala mundial, incluyendo los territorios del Sur y el medio rural, incluyendo sus efectos para quienes sistemáticamente han asumido el rol de cuidado, es el primer paso para imaginar una sociedad más justa que nazca desde la acción de posicionar la vida en el centro. Este libro devendrá así un semillero de palabras, un aparato transfusor de historias que, expandiendo los relatos de las mujeres del Norte y el Sur global, sensibilizará en una conversación intergeneracional y rural-urbana acerca de la necesidad de garantizar los derechos humanos para alcanzar la paz. Un proceso iniciado por una organización que entiende que la paz es mucho más que la ausencia de violencia: que no hay paz sin memoria, que no hay paz sin cuidados, que no hay paz sin salud.



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