Trabajando en común en los barrios de Santa Coloma y L´Hospitalet

Trabajando en común en los barrios de Santa Coloma y L´Hospitalet

El cambio climático afecta a toda la población en general, pero si hablamos en términos de justicia ambiental, son las poblaciones más deprimidas a nivel socioeconómico quienes más sufren sus efectos adversos. De esta manera, es necesario buscar respuestas colectivas a través de acciones comunitarias y transformadoras que impliquen a la juventud de los territorios, sus familias y el tejido vecinal y comercial.

Es por ello que jóvenes de los barrios de Singuerlín, en Santa Coloma de Gramenet, y Santa Eulàlia, en L´Hospitalet de Llobregat, se encuentran inmersos en un proyecto basado en el impulso de la economía circular comunitaria y local de la provincia de Barcelona. De la mano de entidades vecinales, los mercados municipales y las familias del barrio, en los centros educativos de ambos barrios se han puesto en marcha acciones para promover nuevos hábitos domésticos y comunitarios que mitiguen los impactos del cambio climático, y así contribuir a la mejora de las condiciones de vida de los colectivos más vulnerables.

Durante la iniciativa, se ha impulsado y acompañado la creación de un grupo motor de jóvenes que ha estado formándose en torno al vínculo entre los hábitos de consumo alimentario del norte global y sus impactos sobre el medio ambiente. Así, el alumnado ha aumentado sus conocimientos sobre la economía circular, la alimentación responsable, saludable y sostenible, la gestión de los residuos y el compostaje en huertos urbanos.

Para profundizar, el alumnado tuvo la oportunidad de visitar un Huerto Comunitario instalado en la cubierta del Mercado municipal de la Vall d’Hebrón en Barcelona. Esta iniciativa nació como un espacio participativo de agricultura ecológica abierto a toda la ciudadanía, y que utiliza el compostaje obtenido en el mismo espacio, a partir de la recogida de residuos orgánicos en el barrio.

Esta experiencia inspiradora ha permitido a los jóvenes diseñar acciones participativas en sus propios barrios para poder dar respuesta a las problemáticas que han ido identificando a lo largo del proyecto. Así, se ha instalado un punto de gestión descentralizada de los residuos orgánicos con el apoyo de una máquina de precompostaje en el centro educativo Institut 9, y es el propio grupo de jóvenes quien se encarga de la recogida de residuos en el barrio y del mantenimiento y gestión de la máquina, siempre con el acompañamiento de la cooperativa Tarpuna SCCL. El alumnado ha impulsado también una serie de acciones de difusión y sensibilización en el barrio para comunicar la iniciativa a la ciudadanía de Singuerlín, para que puedan participar e implicarse en la gestión de los residuos en el territorio y promover un cambio de hábitos.

Por otro lado, el proyecto ha impulsado la realización de talleres participativos en ambos barrios. En el barrio de Santa Eulalia, el trabajo se ha centrado en el análisis de los hábitos de consumo del mercado de Santa Eulalia, situado en frente del centro educativo. El alumnado pudo descubrir que en el mercado se venden productos de proximidad y de Km 0, que la mayoría de clientes usan envases reutilizables y bolsas de tela para realizar sus compras, y que el 5% de los alimentos que compran acaba desaprovechado o a la basura. A partir de este análisis, se propuso una serie de actividades para incentivar el cambio de hábitos de la ciudadanía respecto a dónde compran, cómo compran y cómo reducen y gestionan los residuos que generan. Estas actividades pretenden sensibilizar a la comunidad educativa y a la ciudadanía del barrio en la importancia que tiene comprar en establecimientos locales y que promueven la sostenibilidad medioambiental local y global mediante la venta de productos de proximidad y producidos éticamente. Entre las actividades, destacan los talleres en cocina de aprovechamiento y en reutilización de plásticos, así como una jornada de acción a la comunidad dinamizada por el propio alumnado para concienciar a la ciudadanía del barrio sobre la importancia de la buena gestión de los residuos, del impacto que tienen nuestras decisiones de consumo y de los beneficios de generar una economía circular comunitaria.

Este proyecto, financiado por la Fundación La Caixa, muestra cómo el apoderamiento de la ciudadanía de los barrios populares y la creación de una fuerte red de agentes de cambio, permite a ambos barrios trabajar comunitariamente hacia un cambio de paradigma, reconocer buenas prácticas en los hábitos alimentarios y a establecer su propia implicación con la emergencia climática. ●

Imagen: Visita del alumnado del Institut 9 al huerto urbano instalado en la cubierta del Mercado de la Vall d’Hebrón



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