Xiomara y la esperanza de las mujeres hondureñas

Xiomara y la esperanza de las mujeres hondureñas

Xiomara Castro, candidata del partido “Libertad y Refundación” (LIBRE), partido más progresista candidato a la presidencia de Honduras, ha ganado las elecciones celebradas el pasado 28 de noviembre, convirtiéndose en la primera mujer que llegará a presidencia del país centroamericano. Xiomara Castro es una empresaria y política hondureña que fundó LIBRE en 2011 junto a Manuel Zelaya, ex presidente derrocado en el golpe de estado de 2009, y con quien está casada.

La llegada de Xiomara Castro al poder a finales de enero pondrá fin a doce años de un gobierno conservador conducido en una última turbia etapa por Juan Orlando Hernández. La inestabilidad en Honduras resulta crónica, el país, al igual que sus vecinos centroamericanos, presenta unas cifras muy altas de emigración, especialmente entre los jóvenes. Por violencia, hambre o catástrofes ambientales, diariamente cientos de personas piden asilo en Estados Unidos, de donde regresan deportados miles cada mes. Pese a que algunos indicadores han dado cierto oxígeno, la llegada de la pandemia y los huracanes Eta y Iota del pasado año han provocado que el Banco Mundial estime que el país terminará el año con 700.000 nuevos pobres.

Pero Honduras es sobre todo un país difícil para ser mujer. Desde el golpe de Estado en 2009, la situación de las mujeres no solo se ha estancado, sino que ha retrocedido. Este año, hasta el pasado 25 de noviembre, habían sido asesinadas 321. Además, la impunidad en estos casos supera el 95%, no existe justicia y mucho menos reparación. Según datos del Centro de Estudios de la Mujer (CDM), organización feminista socia de ACPP, cada año unas 2.300 mujeres son violadas, el 60% de ellas son menores de edad y un 30% del total resulta embarazada tras el abuso. A pesar de esto, en Honduras el aborto está penalizado bajo cualquier circunstancia. Y, desde 2009, ni siquiera las víctimas de violación pueden acceder a la píldora de emergencia.

Regina Fonseca, investigadora y directora de incidencia política internacional del mencionado CDM, plantea que el camino que tiene por delante la nueva presidenta no será fácil y tomará tiempo, pero que “nos encontramos en un escenario de mucha esperanza de cambio. No porque Xiomara sea mujer, claro que eso influye, pero es sobre todo porque es una mujer sensible a los derechos humanos. Que haya ganado significa que se le ha dado un rotundo no al autoritarismo y a la corrupción que hemos vivido los últimos doce años”. La propuesta de Xiomara Castro en campaña es despenalizar el aborto en las tres causales básicas.

ACPP lleva trabajando desde el año 1995 en Honduras con distintas organizaciones locales y diversas áreas de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. A partir de 2009, ante la constante vulneración a los DDHH perpetrados tras el golpe de Estado y la especial situación de vulnerabilidad y represión de los movimientos de mujeres, ACPP comienza a apoyar el trabajo de varias organizaciones feministas. Así, desde 2013 se viene colaborando con el CDM quien, a lo largo de su vida institucional (desde 1992) ha contribuido a la organización, toma de conciencia y reivindicaciones de las mujeres hondureñas especialmente en lo relacionado a su derecho a una vida libre de violencia en cualquiera de sus manifestaciones, a la participación ciudadana y política de las mujeres y a sus derechos sexuales y reproductivos. Por este trabajo, en el año 2004, el CDM recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos.

Para todo el equipo de ACPP que ha trabajado en Centroamérica, y que vivió los momentos más duros tras el golpe de estado, esta victoria de Xiomara Castro hace que afrontemos con un optimismo contenido la luz que se atisba en un territorio que se había vuelto de lo más oscuro.



Traducir »